El Lluís, un usuari de la biblioteca on treballo i del qual us parlo força sovint, m'ha enviat aquest magnífic fragment de "La Civilización del
Renacimiento en Europa, 1450-1620" de John Hale que parla de l'aparició de les biblioteques modernes i del dipòsit legal. Feu-hi un cop d'ull perquè és força interessant:
"Si cualquier hombre (no un hombre cualquiera) podía ser un filósofo,
entonces la cultura era un aspecto más esencial de la vida civilizada
de lo que se suponía. La imprenta, y la mayor abundancia de los libros
a buen precio contribuyeron a configurar su imagen. A partir de
mediados del siglo XV, los ciudadanos italianos adinerados empezaron a
hacerse construir su pequeño estudio dentro de sus casas, o a hacer
que los incluyeran en los proyectos de las nuevas. Estos despachos
estaban pensados en parte para guardar los papeles de la familia, pero
sobre todo, para servir de refugio adonde el cabeza de una atareada
familia podía retirarse a leer sus libros preferidos, generalmente de
noche, cuando los demás dormían.
Con sus escritorios, atriles, lámparas, braseros y estanterís, estos
eran los modelos que utilizaban los artistas -Gozzoli, Botticelli,
Colantonio, Carpaccio, Durero y otros- para representar los retiros
librescos de los santos filósofos y santos eruditos, san Jerónimo, san
gustín y san Gregorio. El hábito se difundió, y a mediados del decenio
de 1530, el erudito John Leland, que viajaba por las tierras
políticamente inestables del norte de Inglaterra, se alegró de
encontrar en la torre de un castillo propiedad de henry Percy, conde
de Northumberland, un estudio, con sus escritorios y sus atriles, que
se llamaba "el Paraíso".
A partir del siglo XV, a los estudiantes formales se les permitió
tomar prestados libros de las colecciones de los Médicis en Florencia
y de la Biblioteca Vaticana en Roma. En el siglo XVI se fundó en
Nuremberg una biblioteca municipal que, al llegar al decenio de 1550,
contenía ya unos cuatro mil volúmenes, manuscritos e impresos. En 1537
se creó por ley en Francia el primer depósito legal, al que todos los
impresores estaban obligados a entregar cierto número de copias.
Aunque esta obligación sólo se cumpliese en parte, la idea de que una
clase ciudadana debidamente instruida fuese para los gobiernos un
instrumento preciado fue cobrando fuerza."
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada