En les darreres setmanes he estat treballant en un
projecte per a la meva biblioteca del qual em fa molta il·lusió parlar-vos i que està relacionat amb el Mundial de Futbol de Brasil que tot justa acaba de començar.
A la Biblioteca Les Corts-Miquel Llongueras hem decidit muntar un Mundial Literari.
D'aquesta manera, hem triat un escriptor representatiu de cadascuna de les seleccions participants en la Copa del Món de Futbol, hem agafat una de les seves obres més cèlebres i l’hem vestida amb l’uniforme oficial i amb una imatge d'un codi QR (que quan s'escaneja enllaça a l’entrada del blog de la biblioteca on es parla d’aquell autor). Us animeu a participar en la porra que hem muntat?
Encara que he estat molt enfeinada, els seguidors del blog m'han continuat fent arribar idees meravelloses, com aquest deliciós article "Cómo organizar una Biblioteca Pública" d'Umberto Eco, pertanyent a la seva obra "Segundo Diario Mínimo". Espero que en gaudiu de la lectura i gràcies Lluís per ser tan fan del Libraries of the World!
"1. Los catálogos deben dividirse lo más posible: debe ponerse mucho cuidado en separar el catálogo de los libros del de las revistas, y éstos del catálogo por materias, por no hablar de los libros de adquisición reciente y de los libros de adquisición más antigua. Posiblemente, la ortografía, en los dos catálogos (adquisiciones recientes y antiguas), debe ser diferente; por ejemplo, en las adquisiciones recientes, armonía empieza por A, en las antiguas por H; Chaikovski, en las adquisiciones recientes por Ch, mientras en las adquisiciones antiguas por Tch, a la francesa.
2. Las materias deben ser decididas por el bibliotecario. Los libros no deben llevar en el colofón una indicación sobre las materias bajo las que deben enumerarse.
3. Las signaturas deben ser intranscribibles, posiblemente muchas, de manera que quien rellene la ficha no tenga nunca sitio para poner la última denominación y la considere irrelevante, y luego el empleado pueda devolverle la ficha para que la vuelva a rellenar.
4. El tiempo entre solicitud y entrega debe ser muy largo.
5. No hay que entregar más de un libro a la vez.
6. Los libros entregados por el empleado, al solicitarse mediante una ficha, no pueden llevarse a la sala de consulta, es decir, hay que dividir la propia vida en dos aspectos fundamentales, uno para la lectura y otro para la consulta. La biblioteca debe desalentar la lectura cruzada de los libros porque provoca bizquera.
7. Debe haber, posiblemente, ausencia total de máquinas fotocopiadoras; de todas maneras, si existe una, el acceso debe ser muy largo y laborioso, el gasto superior al de la papelería, los límites de copias permitidas reducidos a no más de dos o tres páginas.
8. El bibliotecario debe considerar al lector como un enemigo, un haragán (si no, estaría trabajando), un ladrón potencial.
9. La oficina de información debe ser inasequible.
10. El préstamo no debe fomentarse.
11. El préstamo entre bibliotecas deber ser imposible; en cualquier caso, debe llevar meses. Mejor, de todas formas, garantizar la imposibilidad de conocer qué hay en otras bibliotecas.
12. A consecuencia de todo esto, los robos deben ser facilísimos.
13. Los horarios deben coincidir absolutamente con los de trabajo, concertados previamente con los sindicatos: cierre total los sábados, los domingos, después de las seis y a las horas de las comidas. El mayor enemigo de la biblioteca es el estudiante trabajador; el mejor amigo es el manzoniano don Ferrante, alguien que tiene una biblioteca propia , que, por lo tanto, no tiene necesidad de ir a la biblioteca y cuando muere la deja en herenci a .
14. No debe ser posible ingerir ningún tipo de comida o bebida en el interior de la biblioteca, de ninguna de las maneras, y en cualquier caso, no debe ser posible tampoco tomar nada fuera de la biblioteca sin haber depositado antes todos los libros que se tenían en custodia, de forma que haya que volverlos a pedir después de haber tomado el café.
15. No debe ser posible encontrar el mismo libro al día siguiente.
16.No debe ser posible saber quién tiene en préstamoel libro que falta.
17. Preferiblemente, ausencia total de letrinas.
18. Idealmente, el usuario no debería poder entrar en la biblioteca; si se diera el caso de que entrara, usufructuando de manera puntillosa y antipática un derecho que le fue concedido según los principios del 89, pero que no ha sido asimilado todavía por la sensibilidad colectiva, no debe, y no deberá jamás, exceptuando rápidos cruces de la sala de consulta, tener acceso a los santuarios de las estanterías.
Nota Reservada
Todo el personal debe estar aquejado por minusvalías físicas, porque es obligación de una institución pública ofrecer posibilidades de trabajo a los ciudadanos minusválidos (está en estudio la extensión de tal requisito también al Cuerpo de Bomberos). El bibliotecario ideal debe, en primer lugar, cojear, para que se retrase el tiempo que transcurre entre la aceptación de la ficha de petición, la bajada a los subterráneos y la vuelta.
Para el personal destinado a alcanzar mediante escalera de mano los estantes que estén a más de ocho metros, se requiere que, por razones de seguridad, el brazo que falta sea sustituido por una prótesis de garfio. El personal totalmente privado de extremidades superiores entregará la obra llevándola entre los dientes (la disposición tiende a impedir que se entreguen volúmenes mayores al formato en octavo)."