En Lluís, aquell usuari que sempre s’acosta al taulell per comentar-me les diferents biblioteques literàries que va trobant dins dels llibres que agafa en préstec, em va ajudar a descobrir-ne una de nova la setmana passada.
Aquest cop, però, es tracta d’una biblioteca real, la Biblioteca Casanatense i no apareix a una novel·la, sinó a l’obra d’Enric González “Historias de Roma”, que fa un interessant (i molt recomanable) recorregut per diferents escenaris i moments de la ciutat que segons la llegenda va ser fundada per Ròmul i Rem.
Això és el que l’autor explica sobre aquesta magnífica biblioteca: “Y ahora, un consejo de amigo. A la izquierda, antes de pisar la Piazza del Collegio Romano, se abre la Via de San Ignazio. En el número 52 se esconde, literalmente, uno de los prodigios romanos menos conocidos; la Biblioteca Casanatense, que hasta el siglo XVIII fue una de las mejores del mundo. La fundó el cardenal Casanate (1620-1700), dominico, nacido en Nápoles en una familia de origen navarro, los Aoiz; fue gobernador de diversos territorios papales, inquisidor en Malta y bibliotecario de la Santa Iglesia Católica. Gracias a su cargo de archivista vaticano acumuló libros preciosos, que unió a los heredados de su padre en una colección fabulosa, que hoy reúne más de 350.000 volúmenes antiguos, entre ellos 6.000 manuscritos y 2.200 incunables, además de la mejor colección de edictos papales. La sala principal de la Biblioteca Casanatense es una de las estancias más bellas de Roma. Entrar es gratis. A las 9 y a las 3 (conviene confirmar) hay visitas guiadas.
Aquest cop, però, es tracta d’una biblioteca real, la Biblioteca Casanatense i no apareix a una novel·la, sinó a l’obra d’Enric González “Historias de Roma”, que fa un interessant (i molt recomanable) recorregut per diferents escenaris i moments de la ciutat que segons la llegenda va ser fundada per Ròmul i Rem.
Això és el que l’autor explica sobre aquesta magnífica biblioteca: “Y ahora, un consejo de amigo. A la izquierda, antes de pisar la Piazza del Collegio Romano, se abre la Via de San Ignazio. En el número 52 se esconde, literalmente, uno de los prodigios romanos menos conocidos; la Biblioteca Casanatense, que hasta el siglo XVIII fue una de las mejores del mundo. La fundó el cardenal Casanate (1620-1700), dominico, nacido en Nápoles en una familia de origen navarro, los Aoiz; fue gobernador de diversos territorios papales, inquisidor en Malta y bibliotecario de la Santa Iglesia Católica. Gracias a su cargo de archivista vaticano acumuló libros preciosos, que unió a los heredados de su padre en una colección fabulosa, que hoy reúne más de 350.000 volúmenes antiguos, entre ellos 6.000 manuscritos y 2.200 incunables, además de la mejor colección de edictos papales. La sala principal de la Biblioteca Casanatense es una de las estancias más bellas de Roma. Entrar es gratis. A las 9 y a las 3 (conviene confirmar) hay visitas guiadas.
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